La risa nos permite mantener una discusión más razonable que si persistimos en el enojo.
La risa no nos muestra como superiores, sino que nos hace caer en la cuenta de nuestras limitaciones.
Cuando quieras ver el sol, ríete y mírate al espejo, allí está.
La risa es el arma que nos permite luchar sin herirnos.
La risa es esa reacción que te permite ser auténtico.
Si te ríes estando triste, la alegría se abre paso sin esperar que le des permiso de entrar.
Nadie espera más nuestra amplia sonrisa que el dentista.
La risa es la manifestación de un alma efusiva.
La risa es más contagiosa que la gripe.
Si ríes muestras que eres una persona tolerante y divertida.
Dedicarte tiempo a la risa de forma diaria es redescubrirse a sí mismo.
La risa es el mejor de los comienzos, para lo que se que se emprenda.
Si no quieres quedar como una persona cómica, entonces sé el primero en reírte de ti mismo.
Ni siquiera el más apasionado amor vale la pena si no hay risas.
Ten cuidado con lo que no te hace reír, ya que pronto te puede hacer llorar.
La vida sin risa no vale la pena ser vivida.
La risa yace de forma innata en nosotros y prueba de ello es que aprendemos a reír antes que a hablar.
Si no tienes un motivo para reír, invéntalo, los beneficios que la risa tiene para tu ánimo hacen que valga la pena mentirse a uno mismo.
La risa es una manifiestación Divina, pero no siempre lo son los motivos.
Un día en que no hemos reído es un día perdido.
La disciplina que debería enseñarse en todas las escuelas es la que enseña a reírse de uno mismo.
Los motivos que una persona tiene para hacer estallar su risa nos dice mucho acerca de su personalidad.
La vida resulta siempre muy cómica, siempre y cuando sea otro el que deba vivirla.
Sabrás realmente quién eres el día en que te rías de ti mismo por primera vez.
Para que no te falten motivos de diversión, debes encontrar las razones para reírte de ti mismo.
La risa es la primera característica que nos distingue de los animales después de la razón, y todavía no hay pruebas contundentes de que los animales carezcan de ella.
El trabajo del humorista es obligarnos a pensar para después lograr que detonemos los motores de nuestra risa.
Si ríes, siempre tendrás un motivo para sonreír.
Cuando ríes, el tiempo se detiene.
Si quieres un arma poderosa para luchar contra la envidia y los malos sentimientos, tanto propios como ajenos, entrégate a la risa.
La risa nos da la razón que necesitábamos para ser felices.
Reírse es fácil, lo difícil es saber cuándo parar.
Es difícil saber si nuestra risa es oportuna.
No hay nada que sea mejor bienvenido que una carcajada que sale desde lo más profundo de nuestro ser.
No es un buen amante el que te promete amor para siempre, lo es el que te garantiza un motivo para reír todos los días.
