La naturaleza es tan sabia que otorga amigos tan íntimos como permanentes. Ellos se llaman hermanos.
Un hermano es aquel que guarda contigo el perfume de la infancia y que te ayuda a proyectar tu vida de adulto.
Un hermano es un testigo de tus sueños y quien vela para que los alcances.
Un hermano es como un súper héroe, pero de carne y hueso.
Aunque la distancia cree un espacio entre ellos, los hermanos están conectados en mente y alma.
Muchas veces un hermano te conoce más que tú mismo.
Si quieres saber tus defectos más terribles, pregúntaselos a tu hermano.
Cuando necesites un abrazo reconfortante y una frase de aliento, nadie mejor que un hermano para brindártelos.
Un hermano mayor es un mediador entre tú y tus padres; en cambio uno menor es el más cruel delator ante ellos.
Lo que compartes con un hermano no siempre se expresa con palabras, sino que alcanza con un abrazo, incluso con una mirada la mayor parte de las veces.
Un hermano es un amigo que no se elige… pero que no se cambia por nadie.
El hermano es la persona que nos enseña el significado de la palabra «insustituible».
Nacer de los mismos padres es un hecho casual, convertirse en un hermano de verdad requiere de mucho esfuerzo, dedicación y, en especial, mucho amor.
Gracias por haber crecido a mi lado, hermano, y por haberme enseñado tantas cosas de la vida.
Quien quiera elegir un hermano sin temor a equivocarse, debe elegir aquel que le ha tocado.
Los hermanos tienen tantas cosas para recordar una vez que crecen, que el tiempo parece detenerse en esa comunión que forman para recordarlas.
Un hermano que se precie de tal se convierte en tu guardián para alejar a tus verdugos, no al revés.
No tener un hermano genera un vacío tan grande como el que nos deja la pérdida de un brazo o una pierna.
Gracias hermano por haber sido mi pilar en la vida.
Aprovecha la experiencia de tu hermano para capitalizarla evitando cometer los mismos errores.
El amor de hermanos no se compara con ningún otro amor.
El nacimiento es un hecho fortuito que hace que dos personas nazcan de la misma persona, pero convertirse en hermano es un conjunto de tareas diarias que requieren mucho esfuerzo y voluntad.
Un hermano comparte contigo los rayos de sol que te ven nacer y toma tu mano cuando la oscuridad se aproxima.
Tuvimos la suerte de no haber tenido que elegir a nuestros amigos, los hermanos son sus perfectos sustitutos.
Un hermano te enseña a pelear, pero se pelea a muerte con quien intente poner tus dotes a prueba.
El verdadero hermano siempre está cuando se lo busca, sin importar de los compromisos que tenga pendientes.
Son los recuerdos que grabaron tus hermanos en ti los que se quedan contigo toda la vida.
Agradece a tu hermano por haber estado ahí siempre que lo necesitaste.
A los amigos se los quiere, a los hermanos se los ama.